Dicen que las caracolas, sumergidas y contagiadas por el "chafardeo" de las olas durante años, guardan sus conversaciones y las susurran al oído de aquellos que las quieran escuchar…
Y estamos siendo escuchados (o leídos). La profesora nos sorprendió con una nueva: nuestros trabajos los recogió en su blog, publicados en una entrada (Lectura: Va de mestres), y los sugirió en el proyecto de “Kuentalibros”. Y allí están, colgados, siendo compartidos con todo el mundo, como una caracola, esperando a que alguien la quiera escuchar…y entonces escuchar nuestras palabras, las gotas de agua unidas en una ola. Es algo emocionante, pero…¿Cómo expresar la emoción con palabras? Así pierde su esencia. Te propongo algo, querido/a lector/a. Anímate y comenta algún libro que recomendarías. Forma parte del proyecto de Kuentalibros, únete a esta fresca iniciativa, únete “gotita de agua”, únete a las olas del mar y susurra a la caracola. Aporta tu esencia y luego observa qué emoción te produce.
Así me siento, una gotita de agua que suma… ¡y salpica!
Somos una marea de gente...
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